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La fotografía en tu estrategia de marca personal


    Cuando una marca quiere posicionarse en el mercado plantea una estrategia, donde se pregunta cómo quiere que la "visualicen". Cuando tú planteas esa estrategia de marca personal -nos dice Guillem Recolons-  defines tanto tu propuesta de valor como los beneficios que puedes aportar a tus clientes; defines quién eres y cuál es tu factor diferencial. Es decir: defines tu "posicionarte" y tu "cómo quieres que te visualicen".  Pero, viviendo en el era de la imagen, cualquier artículo, tuit o comentario que escribas, habrá pasado primero por el filtro de tu foto del perfil de donde esté publicada, o por el de cualquier otra imagen tuya que hayas compartido en las redes. Así que ¿sabes si lo que se interpretará de esas fotografías está alineado con esa estrategia?

    En el mundo offline eres consciente que estás comunicando continuamente: te levantas por la mañana y según el día que tengas agendado decidirás tu ropa, peinado, maquillaje… y, en función de donde o con quien estés, utilizarás una expresión corporal, un vocabulario o, incluso, un tono de voz…  porque sabes que toda tu "puesta en escena" está hablando de ti; condicionada por esos valores culturales, técnicos, contextuales…. que transmiten un relato personal, tanto si decides cumplirlos como saltártelos.  ¿Lo haces también en el online?


La fotografía como instante privilegiado que queda

impreso en quien la ve.


    El considerado padre del fotoperiodismo, Henri Cartier-Bresson, expuso, frente a la fotografía decimonónica (de estudio, con cámaras muy grandes, muy aparatosa y muy posada) que "la fotografía tiene una función narrativa;  el fotógrafo capta el significado de un hecho" dentro de " una organización rigurosa del las formas, atrapando el instante y su eternidad, fijando así el instante decisivo".

    Posteriormente, el filósofo Gilles Deleuze definirá el movimiento en el cine como una sucesión de "momentos cualquiera" […] por lo que “el movimiento así concebido, será, pues, el paso regulado de una forma a otra, es decir: un orden de las poses -o de los instantes privilegiados- como en una danza”.


    Cualquier foto tuya  (ese instante privilegiado congelado en la pantalla de los diferentes dispositivos) es un relato en sí misma (sobre ti) que, como en una pose cualquiera del baile, nos remite al movimiento anterior -narrando (tu) propio pasado- y nos anticipa el siguientes -seduciendo en la imaginación (tu) futuro-. Ese instante decisivo es tu "quién eres", es  tu "valor diferencial"; es todo tu "elevator pitch" condensado en cada una de las imágenes que flotan en ese mar de caos e infoxicación que es internet y las redes sociales. Es la impresión que dejas en quien la ve.


Fotos que  cumplan  "objetivos comunicativos" acordes a la estrategia


    La lingüista Estrella Montolío en  ¿Cómo nos define nuestro lenguaje? explica que "escribir no es hacer frases poéticas, sino elaborar textos que cumplan los objetivos comunicativos para los que han sido diseñados. Si quiero hacer un whatsapp divertido, lo he escrito bien si el destinatario se ríe. Si presento un curriculum persuasivo, ha cumplido su objetivo si destaca del resto.  […] Nuestra escritura nos representa: la persona que te lea se va a hacer una imagen de ti a partir de tu texto".
 

    Cuando quieres marcar la diferencia, cuando preparas tu propuesta de valor, cuando escribes un texto… tienes presente que van a proporcionar una imagen de ti. En consecuencia, se deberían elaborar las fotos para que cumplan esos "objetivos comunicativos" acordes a tal estrategia .


    La mejor imagen es aquella que está ejecutada para que cuente exactamente el relato que quieres. No lo es por conseguir muchos "likes", a no ser que ese sea su objetivo. Si pretendes destacar como un experto en tu profesión, mostrar esa "mejor versión de ti mismo" no valen los fuegos artificiales de las fotos muy llamativas: ya sea por colores muy saturados, por una iluminación  demasiado producida, por un tratamiento de color muy efectista,….. con ellas conseguirás captar la atención, pero no la retendrás; podrán recordar la imagen, pero no a ti. Seas abogado, comercial,  lideres un equipo humano,…   alimentarán el ego, pero no conseguirás persuadir a tus clientes objetivos.



La fotografía como traje a medida que te define

 

 

    Así que, "si no quieres ser un profesional en oferta", siguiendo los 5 pasos para hacerte ese traje a medida que explica Paula Fernández - Ochoa es la marca personal: superada la etapa de autoconocimiento, identificado tu ikigai (o propósito), definida tu estrategia y ya estés gestionando la visibilidad , deberás tener en cuenta que tu packaging digital es, precisamente, todas las fotos que se pueden ver de ti. Sea como sea que te decidas posicionar (cualidades innovadoras, creativas,….): tu postura, tu ropa , el tipo de iluminación, la paleta de colores, el encuadre, la composición e, incluso, la localización, han de comunicar visualmente esos atributos y, estando alineados con esa estrategia, deben ser escritos en el "lenguaje visual" correcto para que así lo entienda tu público objetivo.



    Igual que con las características técnicas -intrínsecas a la imagen- sucede con otras de carácter exógeno, que también nos proyectan y completan tu "quién eres":

        - Decides utilizar el lado personal para mostrar unos valores. Quieres transmitir que eres una persona de familia y abarrotas tu feed de Instagram con fotos de tus niños posando cual modelos, bajo una iluminación perfecta, donde aparecen muy "guapos". Pero probablemente esa emoción se encuentre antes en una sola imagen de un sábado de fútbol juvenil, en la que se te ve de fondo, en las gradas animando. Aquí, además, sumas en un mismo mensaje comunicativo otros valores, los asociados al deporte. Contemplarte disfrutando actividades con tus hijos y que, éstas, sean deportivas creará un vínculo emocional y producirá más engagement en quien las vea.

        - Aprovechas tu hobby de hacer objetos de marquetería y te muestras a ti mismo trabajando en el pequeño taller que has habilitado en casa. Pero en esa fotografía las líneas de composición o la iluminación, o… generan cierto desorden visual. Difícilmente transmitirás esa característica de persona meticulosa que tanto te define.

 

 

Buscar la belleza y transmitir emociones 

 


    No puedo acabar el artículo obviando lo más importante: hasta ahora hemos tratado la parte útil de la imagen, pues esa es su finalidad. Pero, como nos ilustra Anna Gener al hablar de los edificios -en la conferencia  El poder de la belleza- "los que sólo son útiles acaban siendo derribados para ser sustituidos por otros. En cambio, los edificios bellos sobreviven al paso del tiempo, porque se consideran merecedores de ser contemplados y disfrutados".

    Si recurres a un fotógrafo, que sea alguien cuyo trabajo, la belleza del mismo,  "impacte en tus emociones" pues, recordando la famosa sentencia de Maya Angelou, "la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero jamás olvidará cómo la hiciste sentir".

    En segundo termino, que sea aquel que te resuelva el problema de transmitir correctamente ese relato acorde a los valores de tu marca personal. Que,  como ya hemos comentado, no tienen porque ser trabajos muy elaborados, pues no siempre es necesario,…. sólo debe "cumplir su "objetivo comunicativo". Ser ese instante privilegiado, ese paso de danza que nos está mostrando el presente, refiriendo el pasado y ofreciendo un futuro: tu mejor futuro que, a su vez, insinuará el mejor futuro que podrás construir para tus clientes. 

 

 

 

 






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